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Una mujer guantanamera que se empodera en las alturas
Resulta poco común llegar a un Centro de Telecomunicaciones (CTLC) y ver transitar por los pasillos a una mujer vistiendo ropa de labor, calzando botas, casco en la cabeza y portar otros implementos de seguridad y herramientas de trabajo. Todo esto ocurre desde el mes de octubre de 2024, en el Centro de Telecomunicaciones Principal de Guantánamo, desde esta fecha labora allí como Operario Instalador Reparador, Darisbel Diéguez Peña, una joven de solo 25 años, madre de un pequeño de 4 años y esposa de un joven azucarero, ella es una mujer guantanamera que se empodera en las alturas en cada jornada.

Cuenta Dary (como generalmente la llaman), que fue su esposo quien vio en el perfil institucional de Facebook, perteneciente a la División Territorial de ETECSA en Guantánamo, una convocatoria para formarse como Operario Instalador Reparador, dirigido a féminas. Revisó los requisitos y sintió que los cumplía todos. Sin pensarlo mucho se sometió al proceso de selección y para su sorpresa resultó ser una de las cuatros escogidas para el curso, entre casi una veintena de aspirantes.
Rememora que el curso tuvo varios desafíos, por primera vez en la provincia se formarían mujeres para este oficio, la mayor parte del tiempo de trabajo es en alturas. Se requiere portar varios medios de seguridad y protección, herramientas; así como cargar y maniobrar la escalera y estar muy concentrada en el trabajo, pues se suma a ello el peligro de los cruzamientos eléctricos.

Finalmente, de las cuatro, solo nos graduamos dos. Hoy me siento comprometida y con un reto grande, pues todavía existen determinados estereotipos mentales que no conciben que las mujeres podemos realizar labores en igualdad que los hombres, mi esposo tributa mucho a que yo me pueda desempeñar en esta labor, me ayuda en las labores del hogar y el cuido y educación de nuestro hijo (Marcos Gabriel) mi mayor tesoro por el cual sufro mucho cada mañana, tengo que levantarlo a las cinco para dejarlo en el círculo infantil y estar a tiempo en mi puesto de trabajo. Al despedirme de él me voy con un gran compromiso conmigo misma, regresar sana y salva, nuestro trabajo es de alto riesgo para la ocurrencia de accidentes fatales. Continuar criándolo, educándolo y velando por su futuro es mi meta de cada día como madre, una responsabilidad muy grande.
Cabe resaltar que este curso se realizó con la inserción de mujeres como parte de las acciones que desarrolla la División Territorial de Guantánamo (DTGT) para dar cumplimiento al Programa Nacional para el adelanto de las mujeres, donde de seguro saldrán muchas mujeres empoderadas.